dolo marina pintura

  Nacida en Bilbao
1978 Licenciada en Bellas Artes, Facultad de Bilbao, especialidad de pintura.
1977 Beca de paisaje, Fundación Rodriguez Acosta (Granada)
1978 - 1981 Profesora de dibujo en I:B. Sestao (Vizcaya)
1981 - 1982 Profesora de dibujo en el I.B. de Chiclana de la frontera y Conil (Cadiz)
1982 - 1985 Profesora de dibujo en el I:B: de LLanes (Asturias)
2004 Restauración de las pinturas del techo de la iglesia de Astigarreta (Beasain)

1985 - 2016

Profesora de dibujo en el I.E.S. Pio Baroja (Irun)


- ¿Qué hay de nuevo? - Velásquez.
Es lo que se preguntaba y se respondía el genio Dalí muchas mañanas.
Dalí era un genio, Velázquez era un genio. Dalí estaba, como Velázquez, a fluir, a pintar. Ambos pintaban pinturas maravillosas que el hombre común no intuye que existan. Los genios las ponen ante nuestros ojos. Son auténticos milagros. Auténticos poemas. Música. Embriaguez.
Hoy tenemos la fortuna de poder disfrutar de la obra de una pintora que salió de esa tierra madre de la que brotan los pintores, Dolo Marina. Son muy pocos los pintores pintores-pintores, los poseídos por la pintura y la trementina. Muchas veces estos artistas se quedan lejos de la fama y el dinero porque lo que hacen es respirar, que es pintar, no promocionar su pintura, y a veces no se conoce lo que hacen.
A veces no se conoce lo que hacen algunos genios porque el 'mundo del arte', al igual que los demás 'mundos' va por modas, tendencias que son ensalzadas y cotizadas en determinados periodos y por determinados medios y creadores de opinión.
Algunos geniales artistas pasaron por algún territorio del mundo del arte sin conocer las mieles del reconocimiento amplio a pesar de ser el vehículo, los iniciados capaces de traernos gemas de universos misteriosos o muy cercanos que de ninguna otra manera podríamos VER.
A veces ocurre que alguien reconozca el genio en alguna muestra de pintura y ese alguien sepa cómo promocionar a un artista. Puede que el momento coincida con que las gentes del mundo artístico sean receptivas a ese tipo de arte. A veces sólo llegamos a conocer la producción artística de algún artista por coincidencias.
Dolo Marina no ha parado de pintar desde que era una adolescente dotada. En los últimos tiempos, tras liberarse de otras ocupaciones, con la maestría que sólo se obtiene tras muchos años de práctica, está pintando cuadros en la plenitud. Esas pinturas nos enseñan el mundo. Nos tocan. Nos traen notas delicadas o nos llevan al corazón de la naturaleza salvaje. Puro arte.

                                                                                           (Pedro J Etxabe, 2020)

 

Hace ahora unos 100 años, el oficio de la pintura entro en barrena. Fin de siglo versus vanguardias. El dilema del vaso medio lleno (de absenta), frente a quien lo veía medio vacío (la reivindicación de la desocupación en la ampolla L´air de París de Duchamp).

Hemos dedicado un siglo en lo que Azúa ha titulado "El aprendizaje de la decepción" y en el que los fluídos de la pintura (esencia de trementina, linaza...), se han ido evaporando frente a conceptos e ideas irrepresentables para finalmente caer en la acrobática aridez del chiste.

Algunos apuestan por volver a etapas que fueron prontamente quemadas. Volver a sentir galopar al unísono los borbotones del tubo de pintura y los del corazón. No reflexionar tanto. "Reflexionar" es la palabra totem del artista conceptual. Del anoréxico del color. Del iletrado en dibujo. Ser de nuevo "plenairista"

Hay aquí una nueva necesidad de oficio casi con ansia primitiva. Y un volver a contemplar la paleta de nuevo bajo la luz natural. Sopesar el aire, las distancias, los tonos del mar. El velado de las nubes al pasar sobre las playas.

Una actitud libre. De maquisard. Con el arrojo de quien sabe que ya se perdieron cien batallas pero siempre queda la última por librar. Y nadie se siente tan vivo como cuando enfrenta la muerte.

Dolo Marina es una pintora indómita, directa. Lo que te dice en sus pinturas te lo dice a bocajarro y sin lindezas pero sin resultar nunca agresiva. Notas, eso sí, una energía generosamente donada y transferida.

No busques sesudas citas de libros. Si el tiempo actual es visual también resulta cada vez más inmediato. Y esa pincelada resuelta de Dolo, certera como un estoque, dice mucho del disfrutar el presente.

(Juan Azpeitia, 2014)


Con toda probabilidad, todo lo que vemos tendemos a idealizarlo o por lo menos a subjetivarlo, imprescindiblemente si la propuesta es interpretarlo de forma artística.

Al crear arte, el hombre artista, en este caso Dolores, se embrolla con la naturaleza que es su arranque inspirador, se enreda en una lucha, en un titubeo capaz de transformar la existencia física de dicha fuente incitante, en una existencia espiritualizada, casi siempre alejada del control de la razón aunque no del pensamiento, que es la obra de arte.

Este hecho, se completa con otro ti-tu-veo, en este caso, por parte del espectador representado por los pronombres ti y tú,* que al ver la obra creada, la humaniza, la socializa, la hace más real. Decía Gil de Biedma de la poesía, entiéndase del arte en general, que era el momento del lector y el momento del escritor.

* Ti, forma de pronombre personal de segunda persona para los casos que no son nominativos, y tú, pronombre personal que designa a la persona a quién se habla, cuando no se le da un tratamiento de más respeto.

Con esta óptica puede contemplarse esta exposición de Dolores Marina, y con gran placer por supuesto, que ahora, ti y tú, todos vosotros, tenéis ante los ojos.

Abelardo Benito 2012